El Mundo Ibérico:
Heredero de los habitantes de la fase orientalizante, durante la segunda mitad del siglo VI a.C. y la primera mitad del siglo V a.C., surgirá en El Monastil el núcleo urbano ibero, que jerarquizará el territorio del Medio y Alto Vinalopó.
En clara dependencia del mismo aparece una posible área sacra en El Chorrillo, con un edificio rectangular tripartito y cerca del cual apareció el famoso Toro del Chorrillo, escultura zoomorfa típica de los santuarios íberos, actualmente desaparecida y de la que sólo nos queda una antigua foto.
Entre la segunda mitad del siglo V a.C. y la segunda derl siglo III a.C., se generaliza la actividad agraria, ganadera y comercial en la zona, permitiendo importar objetos de áreas griegas y púnicas. Además, aparecen núcleos satélites de El Monastil, como la Hoya de Caprala, El Mirador (Petrel) y El Charco (Monóvar), formándose una importante área urbana en la zona baja y meridional de El Monastil.
A partir de finales del siglo III a.C. se amuralla el poblado y se convierte en oppidum de importante urbanismo en la zona elevada. A su vez, en la cueva nº 1 de la antigua necrópolis del Bronce del Monte Bolón, surge una modesta cueva-santuario ibera.
Esta segunda sala del Museo presenta un numeroso conjunto de objetos de la Cultura Ibérica. Se muestran una abundante gama de vasos de carámica ibérica, que poseen una decoración pintada con motivos geométricos, vegetales (hojas de hiedra, granadas), animales (caballos, lobos, ciervos, aves, peces, conejos) y humanos. En ocasiones se representan escenas con un profundo sentido religioso y simbólico. Algunos de estos vasos tienen origen local, producidos en el famoso taller del maestro de El Monastil, relacionado con el estilo Elche-Archena.
Se han recuperado objetos de artesanía textil, aperos agrícolas, ajuar doméstico y armas. Pueden contemplarse, igualmente, los primeros objetos de importación procedentes de diversas zonas del Mediterráneo, en la que destacan piezas griegas, púnicas, itálicas y del Mediterráneo oriental.
El mundo funerario y religioso está representado por restos arquitectónicos de monumentos funerarios, relieves en piedra con cabeza de toro y una escena en la que aparece una divinidad femenina, denominada Señora de los Animales. Especial mención merecen los restos de una escultura de sirena ibérica de piedra, perteneciente a una tumba aristocrática del siglo V a.C.
TEXTOS: Antonio M. Poveda Navarro y J.C. Márquez Villora
FOTOS: Ximo G. Rico
Galería fotográfica:
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